Mirando fotografías
Visto de esta manera la fotografía no sería más que denotación. Sería solo una función deíctica, es decir, solo sirve para mostrar algo. De esta característica se genera la idea popular de que la fotografía es un certificado de la realidad. Se confunde la verosímil con la verdad. Sin embargo, tiene la categoría de singularidad, atestiguamiento y designación(Ph. Dubois, El acto fotográfico). Para R. Barthes, la fotografía encarna una paradoja: “¿Cómo la fotografía puede ser al mismo tiempo “objetiva”y contener valores, naturales y culturales?” (La Semiología, El mensaje fotográfico, 1972, p.118). Con esto se refiere a la adquisición del sentido en la fotografía. ¿Porque una fotografía nos informa más allá de las marcas sobre el papel? Este es el aspecto connotado de la fotografía y que sobrevive en la imagen gracias a una relación parasitaria que mantiene con el lenguaje. De esta manera el sentido en la fotografía es culturizado, pues dependerá esencialmente del que mira.
Puente Cruces, Valdivia, agosto de 2013
“El punctum, es ese azar que en ella me despunta (pero también me lastima, me punza)” (Barthes, 1994, p. 65). Tuve que enfrentarme a la foto de mi padre para sentir ese dolor. No tenía el mismo efecto cuando la miré la primera vez . Tal vez estaba muy cerca del referente y su representación era de menor importancia al hecho que compartíamos en ese momento. Cuando le mostré la foto él hizo un gesto como de desaprobación o de asombro. No era que desaprobara que le tomara una foto en ese estado sino más bien le asustaba, tal vez, como él veía, como se deterioraba, como la pequeña posibilidad de salir bien de esta prueba se disolvía. Tal vez no debí mostrarle su propia muerte. Hoy, ya no está. Solo queda esa fotografía que me muestra mas bien su muerte y por eso tal vez debe quedar oculta, para que no hable. Lo que no se ve no se puede oír. Lo que se fotografío no se puede volver a repetir existencialmente. He copiado otras fotos en la que él esta alegre pero esas fotos no tiene el mismo efecto que la del hospital. Aquellas se han convertido en un sustituto de su existencia. Las fotografías se han convertido en fetiche promovido por el concepto psicoanalítico del creer-descreer, cuya fórmula es “yo se muy bien...sin embargo” . “El espectador no confunde el significante con el referente, él o ella saben lo que es una representación, pero aún así sienten una extraña sensación de realidad”, (Christian Metz, “Fotografía y fetiche” ). Prefiero quedarme con imágenes limpias que flotan en un mar de recuerdos, aunque indefectiblemente la imagen fotográfica ampara la Muerte.
Sin duda que esa foto, que no es más que un registro digital hecho con un teléfono, no tendría el mismo efecto en otra persona. Para decirlo en términos de Barthes conformaría parte del studium, que no debe traducirse por “estudio”. “Por medio del studium me intereso por muchas fotografías , ya sea porque las percibo como testimonios políticos ya sea porque las saboreo como cuadros históricos buenos” (Barthes, 1994, p.64). Es la adquisición del conocimiento a través de la fotografía sin que me toque mayormente. En es tipo de imágenes, que llamaré históricas, el recuerdo y la distancia que tenemos con el referente nos afectan existencialmente en cuanto al impacto que nos provoca. De ahí que los álbumes familiares adquieran mayor importancia para la familia que para un extraño.
¿Porque cuando miramos una fotografía siempre vemos otra cosa? Pareciera que en vez que nosotros miremos las imágenes, estas nos leen a nosotros.
Fotógrafo,
Invierno 2013.